Recuerdas como es que siempre dices que La Pizca es tu café favorito, y luego yo te digo que también es mi café favorito, y después te volteas a mí, y me echas ese gesto de complicidad. ¿Sabes que me gusta mucho?, que aunque tiene unos cuantos ¿dos años?, creo, es de esos lugares que ya los sientes clásicos, como si siempre hubiera estado ahí, con la música norte-americana de los 70 y aveces jazz internacional, ¡uy! y cuando ponen Dreams de Fleetwood Mac. Justo fui hoy y vi que colgaron dos acuarelas del lugar, de la barra, y esa es la imagen que siempre está en mi mente cuando recuerdo La Pizca, y fue curioso verla en acuarela, y después voltear a la barra y ver la misma escena.
Me gusta cuando voy y nadie nota que estoy crudo y desayuno chilaquiles y me aviento mi primer café del día, y luego el segundo bien heladito. También cuando iba a no hacer nada con Dani y Dulce, ¿recuerdas a Dulce? pues nada, está triunfando y viviendo la vida en la campa en Canadá, en campesina y enamorada, tan bonita mi bonita (siempre recuerdo a Richy diciendo comentarios como “ay bonitaa~ en vegetariana, campesina y enamorada, bonita”), y estando ahí en la Pizca la llame y comenzamos a hablar de las cosas que nos están pasando, y lo tanto que extrañamos a Richy y a el Dani, del enamoramiento en estos tiempos, de las relaciones sanas que causan extrañeza , y de que en si la vida es bien rara pero los buenos momentos siempre están, por más pequeños y cotidianos que sean, como compartir una pizza margarita y decir comentarios contra los hombres necios.
Como yo, ese día que estaba bien muerto y nos citamos en tu café favorito, y me regalaste un libro de fotografía, y fue el peor día de nuestra vida. Así, nuestra vida.
PS. No busques Campa en los mapas, el feminismo nos ha liberado mucho.
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