Escribir.

Siempre comienzo a escribir cuando siento que todos me oyen, me oyen porque nadie me escucha, están ahí como si fueran almas perdidas o amigos imaginarios, están ahí pero sin estarlo; desde hace años he aprendido a no esperar nada de la gente y así decepcionarme menos por sus actos, nunca van a actuar como yo quisiera, nunca nadie es tan romance, toda la gente es tan realista y yo sólo quiero vivir de ilusiones y sueños inalcanzables, es feo, sí, que no te apoyen o al menos comprendan las personas que más te importan. Pero hasta de esas tristes y estúpidas situaciones aprendes algo. Es feo no recibir un abrazo, es feo seguir con miedo y comenzar a valer todo por mierda. Tal vez yo sea un exagerado, pero en verdad siempre he estado ahí, en las buenas, en las malas y en las peores. Sin embargo y a pesar de las cosas malas, hoy fue un día estupendo, tuve mi ultimo día en El Fauno, mi (nueva) jefa me regaño, tome muchas fotos, hice muchas conversaciones, reencontré a mi mejor amiga debajo de mil bragas y comida china, y sigo siendo ilusionista. (No me lo quites, por favor). Nadie te importa tanto, ni siquiera tú. Y para todas las demás cosas existe la música, esa música de la que somos reservados, callados y celosos, esa la que nos separa y que no nos une. Gracias por no escucharme.

sí: きゃりーぱみゅぱみゅ - にんじゃりばんばん