Segundos.

Hoy desperté como a eso de las 3 y algo de la madrugada, antes de el sonido de las Brujas, poniendo de escusa mi garganta y un dolor en ella decidí levantar su brazo que con fuerza sofoca mi cara; lo deje en la cama, el pidió que no me fuera y yo sólo comenté que "sólo era un segundo" (nunca es un segundo), bajé del baño y decidí tomar un té verde con miel y un poco de agua, creando así mi propia cura para la garganta reseca, fallida, por cierto. Decidí volver mientras calentaba el agua en la estufa y pregunte su nombre, no recibí respuesta alguna y a la poca luz que entraba por la puerta entreabierta vi su cuerpo desnudo boca arriba entrado en un profundo sueño, decidí que serían dos segundos más; hoy dejé su cuerpo, ese que me susurra quedito que va a estar ahí por mucho más tiempo del que me imaginé posible, más imposible por mis afectos; ese cuerpo que me grita que lo abrace y que lo haga mio de un segundo a otro, un segundo. Ahora tomo mi taza, sorbo el ultimo toque decido que esos segundos ya no sean tres.