Todo termina por ser normal, por ser tan cotidiano; el hecho de no tener internet en casa que hace al ser más pensante, y es que es curioso como se puede hacer mofa de las personas, nunca sintiéndose superior por que esa no es la naturaleza de uno, nunca lo ha sido pero el humano es tan hilarante mientras se expresa, textual como lingüísticamente, corporal y todas las formas que puedan existir. El punto final y más divertido es hacerlo de uno mismo al buscar las propias expresiones que causan carcajadas.
Nada tiene que ver la falta de internet, las risas y el lenguaje humorístico del ser humano con lo que le sigue.
Sigo recordando sus palabras, esas que sólo fueron por arribita, que no "tenían" mala intención, ¿o sí? Sólo ella lo sabrá, cito textualmente sus palabras (o las que yo recuerdo) -La verdad es que no es gran trabajo, incluso es hasta sencillo, lo que si sí fue importante y difícil fue lo que se le antecedió a todo esto, lo que nosotros hicimos. -Pues sí, ya me imagino. Contesté. Sabrá ella lo que quiso decir, a mi ver y sentir cambio drasticamente, no sabía que hacía en ese lugar, y desde ya, las ganas habían decaído, nunca quise ser algo más, no quise quedarme con un trabajo o sentir que el mio era más que el de todos ellos. Lo más horrible es escucharlo de alguien cercano (no tanto, pero cercano), quien aun me puede llamar Oscarín.
Aun eso es gracioso, la forma en que yo me sentí y pensé, y la forma en que ella lo dijo, todas las cosas que ella hace, todos sus trabajos en todas esas distintas organizaciones dela ciudad. Es gracioso como la gente entendemos otros significados de los verdaderos. Lo gracioso que es la palabra gracioso.
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