Del miedo a las letras

Hacia la hora del mediodía, con la marea, La Isla Desconocida  

se hizo por fin a la mar, a la búsqueda de sí misma.

Algunas veces siento miedo, de ese miedo escénico, ese miedo de no gustar; ese miedo que muy pocas veces antes había sentido, el querer ser perfección sabiendo que no se puede ser perfecto; ese miedo mismo que aleja a muchos otros de las letras, del lente o de las notas. Al menos sé que tengo miedo, y ese ya es un buen comienzo; o eso me hago pensar.

El verdadero problema es cuando uno mismo se tiene miedo, el miedo a otros atrae y en cierto punto se puede esconder o hacer caso omiso, pero que hacer cuando se le tiene miedo a uno mismo, que hacer cuando se tiene miedo de no gustarse a si mismo, de no ser aceptado; se es tan frágil.

Un miércoles por la tarde terminé aquel libro, aquel libro del que tanta había temido. Ya no tengo miedo a la critica ajena y prejuicios, ya no tengo miedo a la critica de amigos y seres queridos; temo a mi propia critica, tan odiosa y tan dolorosa. La critica de una foto o un párrafo escrito hecha por mis maestros o incluso por mi compañero nunca ha sido tan dolorosa como la mía misma. Entonces, entonces es cuando uno decide no seguir, decide estancarse y no salir de ese hoyo.

Dos meses, tal vez más, tardé en descifrar todo esto.

hoy me morí con: burn burn burn - burning hearts